lunes, 1 de octubre de 2012

Hermano lobo

Como ya hice en las dos pasadas ediciones del Concurso de Violoncello transcribiré las palabras de María Pilar Benavente en el acto inaugural y que en esta ocasión nos leyó su hermana Blanca. Como siempre reiteraré mi confianza en este soporte que hoy se nos hace imprescindible para su conservación, perduración y difusión. Como cada vez pondero y encomio su fondo, su forma y su carga y mensaje. 
Vi la película a la que se refiere meses atrás, y registré un pasaje de la misma como el más memorable y entrañable de la misma: una cena de la congregación en la que de modo extraordinario y especial se sirve vino. Si Zurbarán plasmó el éxtasis de San Hugo y sus monjes de modo inolvidable, el director de "De dioses y hombres" ha logrado en estos fotogramas fundir la dramática atmósfera y el sobrio refectorio con la felicidad innegable producida por el vino al contacto con los labios de los monjes.

La película “De dioses y hombres” (Xavier Beauvois, 2010) ofrece un retrato conmovedor del grupo de monjes trapenses de Tibhirine que murieron asesinados, en 1996. Durante los años que viví en Argelia tuve el privilegio de conocerlos y de encontrarlos en diferentes ocasiones.
Un día, en Argel, coincidí en una reunión con Dom Christian de Chergé, prior de Tibhirine. Fue en esa ocasión cuando le oí hablar de “Los hermanos de la montaña” y “Los hermanos del llano” refiriéndose a los grupos islamistas y al ejército,  protagonistas, en aquellos años 90, de un periodo de tremenda violencia en el país.
Esa manera de expresarse me impactó. Para mi era como si Christian estuviera interpretado en la vida real el hermoso poema de Rubén Darío (1867 -1916), "Los motivos del lobo", en el que Francisco de Asís se dirige al temido animal llamándole “Hermano lobo”.
Con su manera intencional y coherente de nombrar diferentemente una realidad bien conocida, Christian rompía  mis moldes y sacudía mi confort mental.
Fue la última vez que le vi. Unos meses mas tarde moría asesinado junto con seis de sus compañeros. Y, precisamente, por el final que tuvieron,  aquello de  “Los hermanos de la montaña” y “Los hermanos del llano” me viene a menudo a la mente y me sigue interrogando.  
A veces, y especialmente en los momentos de cambio profundo, de desequilibrio social, surgen personas y grupos que leen, interpretan y nombran el presente de manera inédita, inesperada. Con su visión y sus vidas, proponen criterios de pensamiento y de acción mas adaptados a la situación, y trazan los esbozos de una manera más inclusiva y justa de convivir. Desafían la manera comúnmente aceptada de vivir, de pensar, de funcionar.
Un momento de cambio, de desequilibrio profundo, es lo que vivimos no solamente en nuestro país sino también a nivel planetario. Hay quien, en lugar de hablar de momento de cambio, prefiere hablar de emergencia de un nuevo paradigma y, personalmente, creo que de eso se trata. Vemos, por ejemplo, cómo las diferentes disciplinas (ciencias, filosofía, espiritualidad, etc) se alejan cada vez más de esa actitud de autosuficiencia que les caracterizó durante decenios, y adoptan posiciones más abiertas, reconociéndose dependientes las unas de las otras. La vida misma se está encargando de poner de manifiesto esta ineludible interdependencia  entre el ser humano y el cosmos, entre las culturas, las naciones, las religiones, entre lo percibido y lo mucho que escapa a nuestra percepción, entre lo que sabemos y lo que no sabemos que no sabemos… Por eso, necesitamos personas y grupos que nos estimulen y provoquen a revisitar nuestras creencias y valores, nuestra percepción de la realidad y la manera de responder como personas y como colectivos.
Algo así estaba haciendo Christian de Chergé cuando decidió dar nombres inéditos a aquella realidad tenebrosa que nos atenazaba en Argelia. Esos nombres nuevos, nombres a contracorriente, creaban una grieta que abría a análisis, visiones y planteamientos diferentes. 
Dar un nombre nuevo es un acto de creación. El arte, por su carácter eminentemente simbólico, no puede quedarse fuera de esta tarea, bien al contrario, tiene el potencial para ocupar un puesto de liderazgo en este cometido. El arte lleva en sí una capacidad única, portentosa de inspirar, sugerir, abrir, proponer. El arte no es solamente técnica y estética. Es también fermento de transformación.
Esta tarde inauguramos la tercera edición del Concurso de Jóvenes Promesas del Violoncelo "Jaime Dobato Benavente". Durante este fin de semana vamos a respirar música, interpretación, belleza… Hemos esperado con impaciencia que Septiembre llegase para poder encontrarnos juntos, aquí, una vez más.
Queridos participantes, estamos llenos de ilusión por vosotros y vuestro futuro. Nuestro deseo es que este Concurso contribuya eficazmente al desarrollo de vuestras capacidades y aspiraciones artísticas. Y no olvidéis que necesitamos artistas que participen a la creación de un mundo mas justo y habitable para todos.
- ¿Conocéis a Leonard Cohen? -
- Vuestros padres seguro que le conocen.-
- Compuso una canción titulada “Anthem” - 
El estribillo habla también de grietas:

Toca las campanas que aún pueden sonar
Olvida tu oferta perfecta
Hay una grieta en todo
Así es como entra la luz

Hace 3 años, un acontecimiento terriblemente doloroso, la muerte de Jaime Dobato Benavente, abría una grieta que nunca podrá cerrarse en su familia y la gente que le quería tanto. Por esa grieta, como dice Leonard Cohen, entra una luz. Este Concurso es es un rayo de esa luz.
Gracias y que pasemos juntos un excelente fin de semana.

María Pilar Benavente Serrano
( leído por Blanca Benavente Serrano)
Alcañiz, 21 septiembre 2012

De dioses y hombres (Trailer)

Y el enlace de la Última Cena, que he referido en la introducción con música de Piotr Ilich Chaikovski, "El lago de los cisnes".


Leonard Cohen, Anthem

miércoles, 1 de agosto de 2012

La senda del perdedor


    En estos últimos años me he aproximado y avenido a ángeles y demonios, dioses y filosofías, hombres santos y dudosos personajes, escritores, pintores, toreros, animales domésticos y salvajes…. He agotado oscuras pesadillas, atroces jornadas en las que nunca se ponía el sol, noches de horror en las que nunca amanecía…. He retomado la Biblia, me he acercado a la fe coránica, a la judaica, a otras aficiones y afecciones usuales en los hombres con el ánimo de conseguir un atenuante y un alivio a mi dolor.

       "He probado a recurrir a la Biblia, a los filósofos, a los poetas, pero para mí, no sé por qué, ninguno ha dado en el blanco"

     Todo esfuerzo es vano, el dolor no se palia ni se dulcifica. Sencillamente te habitúas a él, te adaptas hasta tal grado, que de algún modo llegas a confundir el dolor con el placer, la tristeza con la alegría y la felicidad con la desventura.

     "Ahora hay tristeza en todas las cosas, incluso cuando las cosas van bien"

   Todos y todo, de algún modo han aliviado y atormentado mi razón. Bukowski, autor de las citas que anteceden y gran perdedor de vida desequilibrada, es el paradigma del infortunado feliz. No trataré de emular su recorrido vital, principalmente porque ya no estoy a tiempo, pero su conducta y proceder bien pueden servir, como de hecho ya lo hacen, de bálsamo y exhortación para una vida o lo que reste de ella.
   No sé si ya lo he referido en alguna ocasión, Jaime leía lo que le echaran y claro, también leyó a Bukowski, concretamente recuerdo una Antología de relatos cortos a propósito de los cuales un día me comentó:
-    --  Papá, no deberías dejarme leer esto.
A lo que yo probablemente contesté algo así:
-    -- Bueno, pregúntale a tu madre a ver que le parece.
     Naturalmente lo leyó íntegro.
    Mañana es 2 de Agosto, Nuestra Sra. de los Ángeles, como rezaba mi primer post. Tercer aniversario de la muerte de Jaime, utilizando la jerga habitual. Espero que sea un día, más o menos, como los demás, lo cual últimamente siempre es de agradecer.

Gijón, 17/07/08, "Elogio del horizonte", Eduardo Chillida


"Tom Traubert´s Blues", Tom Waits

jueves, 17 de mayo de 2012

Marc Chagall


Ya habrás constatado, Menchu, que toda alusión o referencia a Jaime, venga como venga siempre resulta oportuna. La tuya lo es en especial porque invariablemente viene acompañada de una carga que trasciende a la cotidianeidad y uniformidad del día a día. Algo que yo agradezco profundamente y que presumo reconocerán de igual modo Paz y Ana.
El Thyssen, mi museo por excelencia, Chagall, Rusia mi reciente obsesión, en el contenido de tu escrito se van desgranando vivencias familiares y reconocibles y por ende alegres y regocijantes. Gracias por tu aportación, por hacérnosla llegar y por animarnos a publicarla.

Email de Menchu Sauras dirigido a Paz
Uno de los efectos que tiene el blog que os inspira vuestro hijo Jaime -- seguro que os lo comenta mucha gente – es que resulta inevitable teneros presentes cuando acudimos a exposiciones y eventos culturales.
Pensaría que recuerdo a Jaime, si lo hubiese conocido. Pero como no fue así, sólo intuyo su presencia alegre. Lo imagino, dándome explicaciones llenas de erudición y de sabiduría. Pero sobre todo, encendiendo un silencio luminoso, que nos permite contemplar y disfrutar el arte con algo más que los ojos.
Y así fue también en mi visita a la exposición, que el Thyssen ha organizado, de uno de mis pintores favoritos, Chagall -- seguro que también de Jaime --. Porque es extremadamente poético. Los entendidos destacan sus  colores y siempre se le asocia con lo onírico, lo semifantástico, la imaginación desbordante. Personalmente, pienso que en su obra se materializa eso tan conmovedor que es "el alma rusa", hecha de melancolía, tristeza, dinamismo, misticismo, vitalidad, amor... y mucho misterio. Pienso que no refleja un aspecto o dimensión mágica de la realidad, como dicen. Sino más bien, que él siente y percibe de esa manera la realidad.
Y así nos lo cuenta, porque es la vida en sí misma y en su totalidad la que es Mágica. Me he enterado que Apolinaire dijo que su obra era sobrenatural. Y yo también lo creo así. Quise escribiros algo cuando  estuve viéndola, ya que siento que es la presencia poderosa de Jaime, que mantenéis activa, la que me invita a pararme en silencio para que la obra de arte me impregne y transmita. Pero lo fui dejando pasar.
Ahora que están "los chicos" en Rusia, lo he recordado, nunca es tarde... Y de hecho la exposición estará hasta el 20 de Mayo.  Además, me sirve de pretexto para daros las gracias por arropar con vuestro cariño y presencia a Pablo y Julia. Agradecimiento que, por supuesto, hago extensivo a toda la familia Benavente Serrano.
El gallo, Marc Chagall

La Virgen de la aldea, Marc Chagall

La boda, Marc Chagall



sábado, 28 de abril de 2012

1001 días sin Jaime

¿Cómo te he de conceder un día si los días de tu vida están contados, si tus respiros están inventariados, si tu plazo de vida está predeterminado y registrado?
De Las 1001 y una Noches.
Inevitable me resulta esta alusión, como inexcusable su contenido. El tiempo, el destino, la fatalidad, la fortuna, asuntos recurrentes que una y otra vez se repiten en este lugar. Y envolviéndolo íntegramente, como un barniz de luz tamizada que lo impregna todo “la percepción omnipresente de un destino despiadado”.
“El misterio inebriante de la Hostia y del Vino” con su imperioso lastre de fatalidad me ayudará a ilustrar este post:

La Última Cena, Leonardo da Vinci

Fotograma de Viridiana, Luis Buñuel

jueves, 19 de abril de 2012

Éxtasis


Días atrás inquiría en el pasado junto con Paz, con la esperanza de recordar algún pasaje o episodio en la vida de Jaime que por su singularidad o excepcionalidad le hubiera llamado la atención y para el cual no hubiera encontrado una explicación coherente. El resultado fue desalentador en aquel momento, aunque yo perseveré con mi frágil memoria hasta dar con un recuerdo que bien podía encajar con el objeto de mi busca.
El caso es que fue ella quien me lo refirió y yo no viví el desarrollo de los hechos subsiguientes, que el recuerdo general, seguramente, enriquecerá y dilatará.
Jaime debía contar a la sazón alrededor de dos años, una edad misteriosa en que la percepción del entorno debe comenzar a perfilarse. Habituado a ir en su silla, a caminar dificultosamente, a perturbar constantemente la vida de los adultos que le rodeaban.
La cuestión es que Jaime por espacio de 10 o 15 minutos se ausentó mentalmente sin percibir o apercibirse de cuanto le rodeaba, ajeno a cualquier estímulo considerado como habitual por cuantos se hallaban próximos. Permaneció en esta actitud hasta que su voluntad se avino a retornar y retomar lo que su madre y presentes consideraron un talante y disposición normales. En su día, el asunto,  causó la consiguiente alarma, hasta que el tiempo desdibujó y borró la anécdota pasando a ser un acontecimiento que perdió, como casi todo, su vigencia y relevancia, máxime cuando en el decurso de su existencia pasó a ser algo relativamente frecuente.
Hoy me sirven estos hechos para jugar a entrever la dimensión de mi estrecho mundo y por el contrario la magnitud del ingente universo.
-       ¿Qué pensamientos pueden tener cabida en un cerebro de 2 años de vida, tales que te alejen de esta realidad hasta el punto de ignorar a su madre?
-       ¿Qué circunstancia propició el éxtasis de un niño sin aparente trayectoria vital?
-       ¿Qué llamada o requerimiento hubo de atender mientras duró aquel ensimismamiento?
La lectura de El cuento más hermoso del mundo de Rudyard Kipling me indujo a recrear mi historia. Charlie, el protagonista, refiere al escritor su anterior vida como galeote, primero en una trirreme griega y posteriormente en un drakar vikingo, creyendo ser ocurrencias de su ingenio. Entre tanto el autor trata de sonsacarle la preciosa información con la que escribir su cuento.
Poco a poco va cobrando verosimilitud el hecho de la historia de un galeote contada por sí mismo.
Las Parcas, tan cuidadosas en cerrar las puertas en cada vida sucesiva, se habían distraído esta vez….
Jaime sabía más de lo que creíamos y dejaba entrever. Que no fue anteriormente galeote es seguro y que conoció la Italia del Quatroccento o la Edad de Oro holandesa es probable. Su capacidad de abstracción y enajenación era proverbial, hecho que constatarán los que conocieron bien su gran talento y genio. Toda su vida estuvo jalonada y salpicada de peripecias de similar contenido y es muy probable que en la actualidad, donde quiera que ande, continúe derivando por los mismos derroteros.
Que había recorrido el camino que el destino le había reservado es una certidumbre que ahora me obsesiona e inquieta.
Los Señores de la Vida y de la Muerte nunca permiten que se hable plenamente del pasado…

El mundo de Cristina, Andrew Wyeth

San Francisco en meditación, Francisco de Zurbarán


Mujer frente a una ventana, Edward Hooper