domingo, 15 de noviembre de 2009

Sonia y Jaime



Soy Paz, madre de Jaime, lo primero de todo quiero agradecer a Sonia el correo que nos mandó sobre un ensayo en la orquesta del conservatorio. Me ha parecido genial, muy gráfico y realista, donde se aprecia perfectamente los tragos que pasan los músicos hasta que se hacen con una obra,y además, me encanta que siga sintiendo a Jaime a su lado compartiendo atril, me ha emocionado mucho, la verdad, y he llorado escuchando el tema de Haendel que estais ensayando ahora sin mi hijo fisicamente presente pero con la esperanza de que esté por ahí en forma de energía o como sea.

En el curso 2004-2005 entraron en la especialidad de violoncello dos alumnos nuevos en el conservatorio para hacer el primer curso: Jaime, con siete años, recien acabada la escuela infantil de música y Sonia, de aprox. 30 años, arquitecta municipal en Alcañiz, recien casada y con conocimientos de piano. Su primera profesora fue Gracia, cuando llevaban dos meses de curso Jaime iba escasamente por la quinta lección y Sonia por la número 20 o por ahí , el caso es que a Jaime se le empezaron a cruzar los cables y a mosquearse ante tamaña desventaja, el agravio comparativo lo llevaba a flor de piel, no estaba acostumbrado a perder en estas lides y cuando se enfadaba por la afrenta no había forma de consolarlo, por más que le dijéramos lo de la diferencia de edad, calaña y condición, el decía : "Doña Perfecta todo lo hace bien y yo no, buahhh!".

El caso es que los hados vinieron en su ayuda y Sonia se quedó embarazada, tuvo que guardar reposo en cama, el parto, la baja maternal y por fin ¡se igualaron!, empezaron el tercer curso y otra vez Sonia superando a Jaime, otra vez el mosqueo y otra vez ¡Sonia se vuelve a quedar embarazada!, a base de traer bebés al mundo se fueron igualando en conocimientos y en cuarto curso Jaime ya estaba en paz con Sonia y consigo mismo. Cuento esto porque nos hacía mucha gracia y el último año que hacían 1º de enseñanzas profesionales ya eran colegas de verdad, además me consta que Sonia ejercía su instinto protector sobre Jaime.

En la primavera pasada fueron un viernes de "tourné" a Valjunquera a tocar a la iglesia y Jaime me contó , muerto de risa, que como al cura no le había gustado el título de la obra "Pirates of Penzace" había cambiado el nombre en el programa y lo había llamado "Esperanza", por todo el morro y se había quedado tan ancho, ante la perplejidad de los músicos.

Ese día me preguntó que significaba en inglés " penzance" y como yo no lo sabía lo buscó en el diccionario, pero no estaba, le dije que tal vez fuera un nombre propio ( yo no lo había visto escrito, esto era una conversación en la cama) y su curiosidad lo llevo a la Wikipedia, donde por fin encontró que era una localidad costera al sur de Inglaterra y que dedujimos, debía ser pródiga en piratas. Esto lo cuento para ilustrar su sed de conocimiento, no perdonaba no conocer algo al cien por cien.

Sonia, estoy segura que Jaime te acompaña todos los viernes en la orquesta, tu carta me ha llegado al alma, además de ser buena arquitecta, violoncellista, madre, compañera, tienes un corazón que late muy fuerte dentro de tu pecho. Un abrazo muy grande.

Coloco unas fotos del último curso que hicisteis en Julio y que impartió Cecilia de Monserrat, tocasteis un movimiento de Carmen de Bizet que me dejó impresionada por el poderío con el que lo interpretasteis a pesar del poco tiempo que habíais tenido para prepararlo.