martes, 6 de octubre de 2009

Los Ángeles

Me pregunto como en tan corto espacio de tiempo una vida ha resultado un ejemplo. Ejemplo de vida o vida ejemplar, ¿13 años escasos son suficientes para alcanzar la realización individual?, ¿se puede en tan corto espacio de tiempo alcanzar una plenitud vital del peso de la de Jaime?.
Que era un personaje singular nadie lo duda, que era excepcional casi nadie y que fueron los “ángeles envidiosos” los que me lo arrebataron, lo sé yo y lo sabe su madre.
“Los ángeles, que no eran ni la mitad de felices que éramos nosotros sentían pesar de nuestra alegría.
Y esa fue la razón de que un viento helado me lo arrebatara,para silenciarlo.”

¿Sabrá todo el mundo quien era y que es lo que se ha perdido?, ¿había alguna virtud que no poseyera a raudales?, ¿algún conocimiento o ciencia por el que no manifestara una acendrada curiosidad?, ¿alguna manifestación artística por la que no sintiera una inclinación?, y todo en el corto espacio de 13 años.
No puedo imaginar que metas hubiera alcanzado de haber llegado a adulto.
La vida se trunca inopinadamente siempre; está en su propia condición, pero esta vez me ha sorprendido. Es la primera vez que sin dudarlo preferiría ser el otro, el que parte, y no el que da la despedida.