jueves, 21 de enero de 2010

¡Buena te la hacen cuando te mueres!

"¡Buena te la hacen cuando te mueres! Espero que cuando me llegue el momento, alguien tendrá el sentido suficiente como para tirarme al río o algo así. Cualquier cosa menos que me dejen en un cementerio. Eso de que vengan todos los domingos a ponerte ramos de flores en el estómago y todas esas puñetas... ¿Quién necesita flores cuando ya se ha muerto? Nadie.
Cuando hace buen tiempo, mis padres suelen ir a dejar flores en la tumba de Allie. Yo fui con ellos unas cuantas veces pero después no quise volver más. No me gusta verle en el cementerio rodeado de muertos y de losas. Cuando hace sol aún lo aguanto, pero dos veces empezó a llover mientras estábamos allí. Fue horrible. El agua empezó a caer sobre su tumba empapando la hierba que tiene sobre el estómago. Llovía muchísimo y la gente que había en el cementerio empezó a correr hacia los coches. Aquello fue lo que más me reventó. Todos podían meterse en su automóvil, y poner la radio, y después irse a cenar a un restaurante menos Allie.
No pude soportarlo. Ya sé que lo que está en el cementerio es sólo su cuerpo y que su espíritu está en el Cielo y todo eso, pero no pude aguantarlo. Daría cualquier cosa porque no estuviera allí. Claro, ustedes no le conocían. Si le hubieran conocido entenderían lo que quiero decir. Cuando hace sol puede pasar, pero el sol no sale más que cuando le da la gana."
El guardián entre el centeno (1.951), J. D. Salinger

El protagonista, de 16 años, habla en primera persona sobre la pérdida de su hermano. Es una descripción bastante acertada de lo que previsiblemente sentiría si Jaime estuviera en el cementerio y con toda certeza, ese sería su sentimiento si yo fuera el muerto.
Aferrarte a estas aparentes trivialidades te confiere y dota de fuerzas para proseguir en este laberíntico festejo que es la vida. Debo enfrentarme a mis temores, perder el miedo y la aprensión a la muerte, el arte de vivir es también el arte de morir. La sabiduría, la belleza, la familia, el trabajo….existen un número infinito de aspectos y matices vitales en los que afanarse, cultivarse, recrearse, para así, hacerse mejor persona, más feliz.
Esta fotografía se la hice veinte días antes de morir, jugando con el escorzo a la manera de Mantegna, pintor muy de su gusto desde los comienzos de la afición.


15 de Julio de 2.009


Andrea Mantegna, El Cristo muerto, Pinacoteca de Brera de Milán

9 comentarios:

Unknown dijo...

Me quedo sorprendidísima al ver la sabiduría de Jaime sobre el arte en general , en el arte hay muchos aspectos y veo que Jaime dominaba muchos de ellos como la música ,la pintura, por supuesto ojalá me hubiera salido esta vena Benavente tan artística.... mi madre pinta y lo hace muy bien , Paz y la cerámica, que me encanta.
Aunque todavía estoy a tiempo de empezar a apreciar mucho más el arte y verlo desde otro punto de vista...
un beso muy grade a todos.
Carlota.

the teacher dijo...

Las reacciones ante la muerte son muy distintas, tan variadas como lo somos los humanos. En el texto que has seleccionado, el hermano no soporta ir la cementerio. A mi se me ha convertido en una agradable rutina. Todos sabemos que hay muchas maneras de estar con los seres que se han ido y, seguramente, ir al cementario, si al que va le sirve, es una más.
Por mi parte, cada vez que voy a Alcañiz, voy por lo menos un par de veces. Y me reconforta y llevar flores también.
Como tu dices, la vida es un aprendizaje, en ocasiones tan duro que se hace insoportable. Nadie dijo que aprender fuera fácil.

Os envio un abrazo a todos.

Anna Isabel

the teacher dijo...

Se me ha olvidado deciros que entiendo y comparto vuestros sentimientos. He continuado leyendo el blog. Hay que ver lo que puede llegar a enseñar un chico de 12 años.

ANa Isabel

Anónimo dijo...

Paz, Vicente, Ana:
Me ha sobrecogido la foto que habeis publicado de Jaime.. sé que a él le gusta mucho posar y, como artista que es, imitar a sus grandes.. pero esa fotografía...
Acabo de entrar por primera vez en la web de Cabriante.. a pesar de mis lágrimas, me ha encantado.. por favor, trasmitid a Nines mi enhorabuena, está haciendo un trabajo impecable.. quizá echo de menos un poquito de información sobre la propia asociación, cómo hacerse socio, para qué y demás.. es una sugerencia sin más..
Sigo con vosotros..
Un fuerte abrazo,

C.

Anónimo dijo...

Hola Mamen, tuvimos dudas de si colgar la foto o no, pero aunque ahora resulte premonitoria en su día nos reímos todos mucho por la ocurrencia y recordar los buenos momentos es lo verdaderamente sanador.
Respecto a lo de la asociación, si no tienes más información es porque no la hay, tú eres vocal y serías la primera en saberlo: es encomiable la labor de tantas personas que estais trabajando altruistamente, a las que dedicaré una entrada cuando esté todo acabado, ahora está hilvanado,pero te comento que esta semana Alvaro presenta el tríptico del concurso, Nuria lo corregirá y despues lo mandaremos a todos los conservatorios de España.
Aún así no puedo evitar darle un 10 a Nines por la web y otro a Alvaro por el logo.Un abrazo de Paz

Ana Dobato dijo...

Hola a todos, a petición de mi madre, quería comunicar a todos los que visitais el blog,que en la página de "Pinta, mi amor, no pares" de Facebook, han colgado cuatro fotomontajes que Jaime hizo con fotos suyas propias. Si tenéis cuenta de Facebook se pueden comentar, sino sólo podéis mirarlas.
Pasad y echadles un vistazo!
El enlace está en el apartado de enlaces de nuestro blog; de todas maneras, es el siguiente:

http://www.facebook.com/group.php?gid=131389462574

Una vez dentro del grupo tenéis que ir a la pestaña que se encuentra arriba a la derecha en la que pone Fotos o bien en la columna de la izquierda donde también salen las fotos.

Un saludo a todos!

Vicente Dobato dijo...

Efectivamente Ana, si que es variada y diversa la condición humana, sin lugar a dudas, y lo es hasta extremos inimaginables, disparatados, desatinados o bien sensatos, cuerdos y razonados.
No se puede exigir nada en absoluto a unos padres que han perdido a su hijo en cuanto a su comportamiento con la memoria del mismo y todo sin excepción, cada acto, cada reacción, cada lágrima debe obtener la aprobación inmediata y sin titubeos de todos sus congéneres.
Al igual que en cada civilización, época, momento histórico el culto a los muertos ha sido distinto, hoy más que nunca cualquier actitud es, no solo correcta, sino indiscutiblemente acertada.
Quiero decir con todo esto que no solo apruebo y celebro tu modo de cultivar la memoria de tu sobrino, sino que comparto plenamente las formas de hacerlo sin fisuras ni titubeos.
Pudiera parecer que en mi entrada, de algún modo, manifestaba cierto disgusto o aversión por los cementerios. No es así; como habrás podido apreciar, cada entrada del blog va casi siempre acompañada de un guiño, cita, alusión en cualquier orden de manifestación artística; esta es una más.
Un abrazo y gracias por tus comentarios, que como siempre manifiesto; tanto bien nos hacen.

Anónimo dijo...

Hola. Soy Blanca, hermana de Paz. Hace unos días recibí en mi correo un mensaje de Montse y le pedí que me dejara publicarlo. Me ha dado su consentimiento. Vicente, me gustaría pensar que te consuela, aunque sólo sea un poco, el hecho de que te pudieras despedir de Jaime como lo hiciste.
Un beso
Blanca

Buenas Blanca:
Acabo de leer lo que le has escrito a Vicente en el blog.
No se si te acuerdas de algo de lo que estuvimos hablando este verano en el masico de Mª. Carmen. Te comenté que tenía envidia, sana, de Vicente, por haber estado con Jaime hasta el último momento. Tú has narrado perfectamente lo que me hubiera gustado hacer, si hubiera podido. Darle un millón de besos, esos besos que le hubiera dado si siguiera aquí, con nosostros. Se los debo y no sabes cuanto me entristece, aunque te lo puedes imaginar.
Para nosotros ya han pasado dos años, y seguimos aquí luchando. La vida es una lucha para todo el mundo, algo más dura para unos que para otros.
El tiempo dicen que lo cura todo, eso es un tópico, en un libro leí algo sobre el paso del tiempo que lo describe mejor. "El tiempo nos da la distancia psicológica y emocional para poder empezar a resolver los estragos causados por una pérdida, y unir el antes y el después de la misma."

Silvia dijo...

Ha muerto Salinger, el enigmático autor de "El guardian entre el centeno", libro cuya cita da origen de esta entrada.