viernes, 18 de diciembre de 2009

Carta del tío Nacho

Transcribiré el texto que me remite mi hermano Nacho; resulta particularmente interesante, por su concisión y sobriedad; la anécdota retrata a la perfección el carácter, cualidades y estilo de Jaime.
Resalto con carácteres grandes la duda que asalta a su primo Nacho. No tengais el más mínimo reparo en responder con la contundencia que requiere el caso, ocultar la muerte y su dimensión es un mal endémico de esta sociedad y les hacemos flaco favor a nuestros hijos soslayándola como si no fuera con nosotros. La vida y la muerte son asuntos inseparables y es preciso abordarlos conjuntamente.
Eso que llevarán avanzado cuando la tengan que encarar.
Un beso a todos.
Dice así...
Jaime, nos acordamos mucho de ti.
No hay día, en que no pensemos en ti y nos riamos gracias a tus recuerdos.
Como el día del cumpleaños de Valeria que por casualidad comiste con nosotros. Salió un día esplendido, el cual nadie podía pensar que hasta nos podríamos bañar. Pero que mala suerte, Jaime no trajo bañador. ¡No importa! te dijeron tus primos, ellos sabían que empezaba la juerga. Te probaste todos los bañadores de la casa, hiciste desfile con todos ellos. Marta y Nacho sólo te miraban y se partían de la risa y tu cada vez te ponías más nerviosos hasta llegar a ese punto que gritabas y parecía que te enfadabas. Pero en realidad era que actuabas.
Pasaron un día divertidísimos, el cual ahora no olvidarán jamás.

"gracias por ser como eres Jaime".

Tu primo Nacho pregunta. ¿Pero algún día vendrá no?.

Yo como hermano decirte, que como Dobato que soy, expresar sentimientos nos cuesta, porque somos muy nuestros y nos lo guardamos todo. Pero que sepas que me tienes para lo que necesites.

Familia Dobato-Omedes.


27 de Septiembre de 2.008