viernes, 26 de agosto de 2011

Agosto

La luz y el sol del Agosto inclemente molesta a mis ojos y a todos mis sentidos. Ando escaso sino desprovisto de lágrimas, aunque en cambio y para compensar voy bien servido de tristeza y pesadumbre.
Me desagrada Agosto, siempre me ha ofendido e irritado. El significado del verbo que de él deriva ya anuncia desastres y privaciones. Es un tiempo para la zafiedad, el mal gusto y las vacaciones.
Ahí van unos versos ponderando una muerte dulce, que de un lado alivian y de otro atenúan tanta vulgaridad:

A oscuras escucho, y en más de una ocasión
he amado el alivio que depara la muerte
invocándola con ternura en versos meditados
para que disipara en el aire mi aliento.
Ahora más que nunca morir parece dulce,
dejar de existir sin pena a medianoche
¡Mientras se te derrama afuera el alma
en semejante éxtasis! Seguiría tu canto
y te habría escuchado yo en vano:
a tu réquiem conviene un pedazo de tierra.

“Oda a un ruiseñor”, John Keats.

A que devanarme la cabeza para expresar mal y de cualquier manera lo que otros han referido con tanto acierto. Con mi necesidad de escribir ha crecido mi afición a la poesía, y digo poesía cuando en realidad quiero referirme al complejo arte de versificar, asunto bien distinto de la prosa más o menos poética a la que ya se inclinaban mis intereses y gustos.
Bien es verdad, que como a tantas cosas que han requerido arrojo, nunca me atreveré a versificar ni el más sencillo de mis pensamientos. Aunque tampoco hubiera creído nunca, que escribiría lo que aquí plasmo desde hace dos años y con la regularidad que lo he hecho.

La poesía es un desafío lanzado a la fatalidad, es devoción y coraje. El que habla con el cielo, no puede temer ni los rayos ni los truenos, y menos puede temer al Destino.
Stefan Zweigh

Los que lean estas líneas y tengan afición a pasear a caballo por el campo, sabrán que la conversación fluye con facilidad entre los jinetes. Jaime, no era una excepción, y su parloteo era incontenible y torrencial. En alguna cabalgada, mano a mano, dimos en hacer “poesía”, siempre, que yo recuerde, sobre temas bucólicos, pastoriles y agrícolas, recitando con una afectación excesiva y grotesca que nos inducía a reír con facilidad.
Aclarará perfectamente nuestro estilo poético el youtube que adjunto, de la película “La flor de mi secreto”, de Pedro Almodóvar.