martes, 15 de diciembre de 2009

Carta de Manu

Mi sobrino y ahijado Manuel Dobato Portolés me remite esta carta, con el propósito de que dada su extensión e intensidad, considere la oportunidad de crear una entrada con ella.
Yo le daré el título y añadiré la fotografía.
Es Manuel asiduo lector y comentarista de este blog, sus palabras nos llegan con regularidad desde el principio de su creación. Denota en todo su escrito una vehemencia que emociona y regocija, el aprecio por su primo Jaime es innegable, se trasluce el dolor que le produce su pérdida, cada frase está impregnada del tinte del que conoce el valor y fragilidad de la vida.
La familiaridad con la vida y la estima de su verdadero valor cobra otro relieve cuando se le coloca el contrapunto de la muerte, y tú, Manuel intuyo que lo conoces.
Gracias sobrino-ahijado por esta nueva y densa, que no espesa, aportación que palia nuestro dolor y alegra nuestro espíritu. Dice así...

Hola primo!!! ¿Qué tal? ¿Cómo te va todo por allí donde estés? ¿También se prepara la navidad? ¿Qué planes tienes? Son tantas las preguntas que te haría que creo que no acabaría nunca, porque cada día que pasa te aseguro que me acuerdo de ti y rondan todas esas preguntas, y muchas más, por mi cabeza.
Llevo muchos días queriendo escribirte unas líneas porque, como sabes, ya te envié una “carta”, la cual dejé en la badina la segunda vez que he sido capaz de ir, gracias a dios acompañado por alguien muy especial para ti y para mi, una gran amiga con quien he intentado pasar un poco “mejor” este mal trago que estamos viviendo, esta gran injusticia que aun no llego a comprender, y creo que nos hemos apoyado mucho, me gustaría agradecérselo desde aquí.
En aquella carta te contaba un poco como estaban por aquí las cosas desde que te fuiste. No me gustaría repetirme, además seguro que muchos de los que por aquí seguimos te lo vamos contando día a día, ya sea mediante algún escrito o a través del pensamiento. Pero si te diré que se está haciendo muy cuesta arriba, está claro que con “mejores” momentos que otros, pero siempre teniéndote en la cabeza.
Hoy, como sabrás y espero que te acuerdes, es un día “especial” para mi, es mi cumpleaños, cumplo 22 añitos, y no te puedes imaginar lo que me estoy acordando de ti durante estos días, no se si por la llegada de mi cumpleaños y no poder tenerte aquí o porque no sé cómo va a ser la navidad. Nosotros seguiremos haciendo lo de siempre, subiremos a esquiar, pero el que no estés allí, el que no te tenga que cambiar las botas de pie…no sé cómo será, porque mis últimos viajes allí siempre han sido contigo, lo que nos hemos podido llegar a reír y la sonrisa que me saca recordarlo…aunque esta vez con lagrimas en los ojos, injusto, pero agradeciendo TODOS los buenos momentos que pasé junto a ti durante los cortos, pero intensos, 13 años que has estado aquí junto a nosotros físicamente, porque sigo pensando que aún estás por aquí.
Como dice tu madre, no te imaginas la suerte que siento que tengo ahora mismo, aunque siempre he sentido que he tenido bastante, porque como bien sabes mi salud no ha sido mi punto fuerte pero siempre decía…”mientras vengan así las cosas…” pero, desgraciadamente, me ha venido una mucho peor, una gran montaña que habrá que intentar escalar y, creo, que poco a poco todos llegaremos a la cima, estoy seguro.
Como la primera carta que te envié creo que no pararía de escribir…pero en algún momento hay que cortar, ¿no? Creo que pienso mucho más en ti que todo lo que te puedo expresar con palabras, además, como sabrás, las letras no es mi punto fuerte.
Si que me gustaría aprovechar para agradecer a todo el mundo que ha estado aquí apoyándome, que no es poca, volver a mostrar todo mi apoyo a ti TIA, a ti TIO y a ti PRIMA, que sabéis que estamos aquí para TODO y a todo el mundo que está apoyando a todos aquellos que queremos al primo.
Y a ti que decirte primo, que seguimos estando en “contacto”, ¿vale? Y que se te echa mucho de menos. Un beso enorme.
Manu.

En el British Museum (08/08/08)