martes, 18 de enero de 2011

CHILLIDA LEKU

¿Adónde te escondiste,
amado, y me dejaste con gemido?
Como el ciervo huiste,
habiéndome herido;
salí tras ti, clamando, y eras ido.

Pastores, los que fuerdes
allá, por las majadas, al otero,
si por ventura vierdes
aquél que yo más quiero,
decidle que adolezco, peno y muero.

Buscando mis amores,
iré por esos montes y riberas;
ni cogeré las flores,
ni temeré las fieras,
y pasaré los fuertes y fronteras.

San Juan de la Cruz, Cántico espiritual



El Museo Chillida Leku cerró sus puertas el pasado 31 de Diciembre. Recibo con pena la noticia, este museo fundación era uno de los lugares favoritos de Jaime y mío. Se encuentra en Hernani (Guipúzcoa) y es un remanso de paz, de marcada inspiración minimalista japonesa en medio del caos industrial que lo rodea. Un lugar donde reposan las esculturas del artista que se caracterizan por el trazado suave de las curvas, por la rotundidad en la expresión, por las formas orgánicas. Un lugar donde Japón está presente en el aire austero y esencial, en el deseo de expresar lo más posible con los menores elementos, en el trabajo bien hecho, en la fusión de tradición y modernidad.
Tan sólo hace 10 años que se abrió al público y supongo que Eduardo Chillida, desde el cielo de los artistas en el que ahora se encuentra “adolece, pena y muere” al ver paralizado el proyecto que tanto amó y en el que tanto trabajo, esfuerzo y tiempo invirtió.
El 1 de Diciembre la familia Chillida hizo patente la imposibilidad de sostener el museo económicamente desde la gestión privada. Las instituciones vascas ahora están estudiando seriamente el hecho de colaborar en la financiación de dicho proyecto. Por el momento, el lugar que el artista creó para exponer sus esculturas y para que la gente paseara entre ellas “ como por un bosque” permanecerá cerrado, aunque los Chillida y los representantes públicos confían en que la reapertura del lugar se produzca en los próximos meses. Yo también confío en la resurrección de la primavera, de las almas y del museo Chillida. Cuesta mucho aceptar la pérdida de tantas cosas buenas en tan poco espacio de tiempo.
He comenzado esta entrada con el fragmento inicial del Cántico espiritual de San Juan de la Cruz, por ser este uno de los poemas preferidos del escultor y por su reconocida admiración al místico español.
Las fotografías son de nuestra visita al Museo en septiembre de 2006.
El vídeo es el “ Erbarme dich” de la Pasión según San Mateo de J.S. Bach, ya que es este último el compositor favorito de Chillida, (y mío también) y a quien ha dedicado numerosos homenajes en su dilatada obra.
Paz