viernes, 30 de octubre de 2009

Xavi

Se diluyen los recuerdos. Previsiblemente me resten solamente los positivos, como con otras facetas de la memoria; tengo esa esperanza, aunque duele olvidar noto la impronta del tiempo transcurrido; este pensamiento me apesadumbra, me entristece, me causa desazón.
Hoy me han recordado que se acercaba la festividad cristiana de los “Fieles Difuntos” y que correspondía llevar flores a sus tumbas; nada me hubiera podido parecer más ajeno a mi situación; yo no llevaré flores a tumba alguna, no visitaré ningún cementerio, no recordaré a ningún difunto, gnomo, bruja, demonio o hada; Jaime sigue conmigo, muerto y bien muerto eso si, sus cenizas están en casa y su espíritu también, quede ese formalismo para otras entidades o para tiempos venideros, pero no para hoy, ni mañana, ni al mes que viene. No veo llegado el momento de que mi hijo tenga una tumba, puede esperar, de momento va a tener algo indudablemente mejor.
Javier dijo: “yo que puedo decir de Jaime….”. Es un inicio que lo dice todo, Javier lo conocía como nadie, lo entretuvo durante horas interminables con una paciencia infinita, desde el día que nació; gracias Xavi por tu inestimable ayuda que sirvió para encauzar tanta ansia de conocimiento, curiosidad, anhelo de aprender, tanta vehemencia en todas sus acciones…. Tuviste un ahijado único, y el tuvo el mejor padrino posible.


1 comentario:

Eduardo dijo...

Vicente, están muy bien las palabras que has dedicado a Xavi. Son un gran homenaje.
Paz nos ha recordado mucho estos días la principal virtud de Jaime, que era la bondad. Podemos estar seguros de que en esta materia aprendió mucho de Xavi.
Os mandamos una poesía de un poeta alemán, Gottfried Benn, que trata del misterio de la bondad, del misterio de los seres infrecuentes como Jaime y Xavi:

HE ENCONTRADO PERSONAS

"He encontrado personas que,
cuando se les preguntaba su nombre,
con timidez – como si ni siquiera pudiesen pretender
tener también una denominación-
contestaban: “Señorita Cristián”, y luego,
“como el nombre de pila”: querían facilitar la comprensión,
nada de nombres difíciles como “Popiol” o “Badendererde”
-“como el nombre de pila”- por favor ¡no cargue su facultad de recordar!

He encontrado personas que,
con los padres y cuatro hermanos en una sola habitación,
crecieron, y de noche, con los dedos en los oídos,
aprendieron en el fogón,
se elevaron, exteriormente bellas y señoriales como condesas,
e interiormente suaves y diligentes como Nausicaa,
ostentando la pura frente de los ángeles.

Me he preguntado muchas veces, sin encontrar respuesta,
de dónde viene lo suave y lo bueno,
tampoco hoy lo sé y ya me tengo que marchar."


Eduardo y Ángela