Mi hijo Jaime de 12 años, murió el pasado 2 de Agosto, tras caer del caballo. No se demoró en partir, la mañana y su muerte fueron perfectas, el lugar también lo es.
Su paso por la vida ha sido impecable.
Su pérdida es terriblemente dolorosa.
“Nacer es peligroso, y vivir, más, sobre todo si la vida se bebe a grandes tragos”.
Su paso por la vida ha sido impecable.
Su pérdida es terriblemente dolorosa.
“Nacer es peligroso, y vivir, más, sobre todo si la vida se bebe a grandes tragos”.
4 comentarios:
Queridos Vicente y Paz:
Hay que tener mucha entereza para escribir lo que tu has escrito sobre vuestro hijo JAIME.
Rosario y yo hemos leido todas las cartas juntos y juntos hemos hechado alguna lágrima. Pero estas se volvían enseguida lárimas de alegría al ver las no muchas fotos que tenemos de JAIME. La verdad es que viéndolo a él uno se pregunta muchas cosas y te hace reflexionar respecto al más poderoso. Como tu dices en una de tus cartas, ENVIDIA DE LOS ÁNGELES.
Esperamos veros pronto por el sur y por nuestra casa, que bien dsabéis que está a vuestra disposición.
Un fuerte abrazo para los dos
Carmelo y Rosario
Gracias Carmelo-Rosario por vuestro apoyo, hoy y todos los días que le han precedido; no olvidaré el día que Jaime nos presentó; porque fué gracias a él que os conocimos, debía tener 6 años; su madre no se cansa de referir la anécdota. No insistais mucho con lo de vuestra casa que nos plantamos en cualquier momento, ya sabeis como me gusta esa tierra. Un abrazo.
Paz, Vicente, Ana. Soy Ignacio; os quiero de corazón.
Mucho me ha costado pero lo necesitaba, quería formar parte de vuestro blog.
Cada vez que hablamos o comentamos anécdotas de Jaime destacamos sus virtudes, su inteligencia, su madurez, su precocidad...en definitiva un sin fin de dones y privilegios. Sencillamente extraordinario. Y, a pesar de todo, fuisteis capaces de hacerlo totalmente feliz, un 10 para los tres.
Nos quedamos muy cortos, era muchísimo más capaz de lo que todos nosotros podíamos llegar a imaginar. ¡NUESTRO MUNDO SE LE QUEDÓ PEQUEÑO!
Él quería formar parte de la mejor orquesta sinfónica, a ésa que sólo unos pocos tienen posibilidad de llegar. Vuestro hijo, tu hermano, nuestro Jaime lo ha conseguido. Ya ha empezado a interpretar las melodías compuestas por esos ángeles envidiosos que tú, Vicente, mencionas en tus cartas. Cerrad los ojos y escuchad la pureza, la blancura, la transparencia, el sosiego, la paz.¡Qué maravilla, cómo suena su música! Jaime está interpretando para todos nosotros. Sigue siendo tan feliz...
A esos ángeles envidiosos pedirles que nunca dejen de componer para él, que no le falten partituras para interpretar, para que siempre siga sonando su música.
Nosotros la seguiremos escuchando.
Sois una familia muy especial, ni me imagino cómo debió ser Jaime.Escribir con tanta precisión de sentimiento sobre una experiencia tan descarnada requiere humanidad en cantidades ingentes y sentido artístico que resuma toda vuestra familia.Me siento enriquecida por haberos conocido. Desde la noche fresca de Madrid, os quiere Suzana
Publicar un comentario